Sección Oficial

An Unusual Summer

Miércoles, 02/12 · 19:00 · El Almacén

Visión Nocturna

Miércoles, 02/12 · 21:15 · El Almacén

My Mexican Bretzel

Jueves, 03/12 · 19:00 · El Almacén

Il buco

Martes, 30/11 · 19:00 · El Almacén

Las razones del lobo

Jueves, 03/12 · 21:15 · El Almacén

A Night of Knowing Nothing

Martes, 30/11 · 21:00 · El Almacén

El piso del viento

Miércoles, 1/12 · 19:00 · El Almacén

Purple Sea

Viernes, 04/12 · 19:00 · El Almacén

All Light, Everywhere

Miércoles, 1/12 · 21:00 · El Almacén

Esquirlas

Jueves, 2/12 · 21:00 · El Almacén

Sería bueno no tener que señalarlo. Quizá dentro de algunos años, ojalá sean pocos, ni siquiera le prestemos especial atención. Quizá ni nos demos cuenta. Eso significará que las políticas de las últimas décadas habrán surtido efecto y un hito más se habrá alcanzado en la igualdad de derechos. Pero hoy por hoy vale la pena que lo celebremos: en esta décima edición de la Muestra, cuatro de las cinco películas de la Sección Oficial están dirigidas por mujeres.

Así pues, este año es mayor el número de mujeres que compiten por el premio del jurado. Algo que nunca había ocurrido en nuestros diez años de vida. Y no es mérito nuestro. Nos dimos cuenta al final, cuando tocaba ponerse en contacto con quienes habían dirigido las películas que el comité de selección, sin atender a ningún otro criterio que el de la calidad, había considerado más importantes. El mérito es, en primer lugar, de las directoras, por las extraordinarias películas que han concebido. Y, en segundo lugar, esperémoslo así al menos, del efecto a medio plazo de un cambio de ciclo en el cine, en la cultura y en el mundo. Un motivo de celebración en tiempos difíciles como los que atravesamos.

Como en todas sus ediciones anteriores, la Muestra vuelve a proponer en esta sección aquellas películas que ha considerado más relevantes de todo el curso cinematográfico. Las cinco han sido seleccionadas entre centenares de largometrajes. Las cinco contienen un alto grado de sensibilidad desde el que abordan temas absolutamente necesarios. Y las cinco nos obligan a ver el mundo con nuevos ojos. Pero no sólo con nuevos ojos: también dan lugar a nuevas reflexiones, desde nuevas perspectivas y hacia nuevas y más refinadas formas de sentir.

Por supuesto, el enfoque en cada una de ellas es diferente; los temas también. En algunos casos se percibe un amable tono irónico, de comedia incluso; en otras se respira una nostalgia por los tiempos pasados, tiempos familiares entrelazados al tiempo histórico, pero en todas ellas se detectan siempre dos cuestiones sustanciales: un interés por desarticular la imagen para recomponerla más allá de las lógicas dominantes, y una conciencia dolorosa de que la violencia, la injusticia, el abuso y el conflicto forman parte de un mundo en el que quedan muchas cosas por poner en orden. Y aún tienen algo más en común, quizá lo más relevante: en todas ellas se establece una singular relación con el espectador; una distancia y una cercanía que tienen que ver con darle un lugar y una libertad. Frente al cine de plataforma, cada vez más repetitivo y simplificado, cada vez más algorítmico y narcisista, estas películas reclaman un lugar para lo verdaderamente importante, es decir, para aquello que deja huella.